miércoles, 18 de noviembre de 2009

Resumen del Proyecto:

“El Tráfico ilegal de Animales”

Como sabemos en Colombia y en otros lugares del mundo se ve un gran problema que afecta u atenta contra la vida de algunas especies de animales, el tráfico ilegal de animales, lo cual se ha convertido en un negocio lucrativo en el mundo, después de las drogas y las armas.

El tráfico de fauna silvestre es uno de los problemas ambientales donde más nos vemos involucrados de forma cotidiana, tanto por comprar animales que provienen del comercio ilegal, como comprando sus productos o subproductos.
Son muchas las especies a las que el público puede acceder muy fácilmente y, a veces, sin saberlo es cómplice y uno de los principales eslabones que mantienen en pie esta problemática. A nivel internacional, el crecimiento desmedido de la problemática lleva a la creación de organismos de control especializados, también pueden llevar a la firma de convenios entre países y el monitoreo permanente del comercio.
Las causas que originan el tráfico ilegal de fauna son variadas, entre ellas está la necesidad económica de ciertos sectores de la población, la avaricia de personas poderosas y adineradas, la falta de información en el público consumidor, así como en el personal de los cuerpos de seguridad que ofician de contralor, el desinterés de jueces y abogados, etc.
Esta problemática genera mortandades muy grandes de animales, aumenta el riesgo de enfermedades zoonóticas, Contribuye a la extinción de las especies y a la destrucción de los ambientes naturales. Las soluciones deben tomar en cuenta las diferentes realidades Sociales que enfrentan los que forman parte de la cadena del comercio ilegal. Más allá de combatir el tráfico en sí mismo, se deben solucionar cuestiones de fondo. Además se debe trabajar en la educación y en la difusión de información aprovechando los canales existentes y campañas nuevas contra este acto ilícito.

En el mundo entero existen numerosas organizaciones de todo tipo, gubernamentales o no, que desde hace muchos años están plenamente abocadas a tratar de terminar con el flagelo del comercio ilegal de fauna silvestre y es justo reconocer que de no existir esa incansable lucha, el panorama podría ser aún peor; sin embargo es también necesario aclarar que los avances pueden ser muy lentos, en tanto y en cuanto los países no se organicen en una lucha común. Por lo tanto el tráfico de fauna silvestre no puede ser encarado por un solo país, sino que se trata de un asunto de cooperación entre todos los países involucrados en el mismo.

Por otra parte, la organización de redes en cada uno de los países afectados por el comercio ilegal, podría optimizar las acciones de todos los actores sociales que de una u otra manera operan en contra del mismo, como también ONG’s, universidades, institutos, organismos estatales, etc. para efectivizar en acciones concretas todo aquello que contribuya a desestimar el comercio ilegal de la fauna y flora de nuestro país.


Las cifras del comercio ilegal hablan por si solas, y sólo son comparables en su im­pacto sobre la biodiversidad, con la destrucción de los hábitats naturales. Pero la transformación directa no es la única amenaza para estos hábitats, también el efecto sutil pero imparable de la introducción de especies exóticas, que puede adquirir pro­porciones tan importantes como para acuñar el término “invasiones biológicas”. Al fin, ambos procesos tienen en común el estar basados en la alteración de los meca­nismos vitales, sea por la extracción sistemática de piezas clave, o por la introduc­ción de componentes extraños que acaban impidiendo su funcionamiento.
A lo largo de la historia han sido muchas las especies introducidas en lugares distin­tos a aquellos de donde eran originarias, con finalidades que van desde puramente ornamentales, hasta las productivas o de control de otros organismos. Desde media­dos del siglo XX, el desarrollo de los medios de transporte y las redes de comercio inter­nacional han facilitado estas introducciones, que se han visto potenciadas por ciertas po­líticas (industriales, agrícolas, forestales).Aunque no siempre lo consiguen, cuando se adaptan al nuevo medio pueden llegar a convertirse en especies invasoras, proliferando de forma descontrolada. En ocasiones, cuando cesa el proceso que ha permitido la introducción de especies forá­neas, estas desaparecen.

Summary:

As we know in Colombia and elsewhere in the world is a big problem that affects or
threatens the lives of some animal species, illegal wildlife trafficking, which has become a lucrative business in the world, after the drugs and guns. The wildlife trafficking is one of the most environmental problems where we are involved on a daily basis, both to buy animals that come from illegal trade, as buying their products or byproducts. There are many species to which the public can access easily and often unwittingly complicit and one of the important parts that keep up this problem. Internationally, the runaway growth of the problem leads to the creation of specialized control agencies, can also lead to the signing of agreements between countries and the permanent monitoring of trade. The causes of illegal wildlife trafficking are varied, among them is the economic necessity of certain sectors of the population, the greed of powerful and wealthy people, lack of public information in the consumer and the staff of bodies officiate security controller, the disinterest of judges and lawyers, etc.. This problem generates a very large animal mortalities, the risk for zoonotic diseases, contributes to species extinction and destruction of natural environments. Solutions must take into account the different social realities facing those who are part of the chain of illegal trade. Beyond combat trafficking in itself should address issues of substance. In addition to work in education and the dissemination of information drawing on existing channels and new campaigns against this illegal act. Throughout the world there are many organizations of all kinds, governmental or otherwise, for many years are fully engaged in trying to end the scourge of illegal trade in wildlife and we should acknowledge that the absence of such relentless struggle, the picture could be worse, but is also necessary to clarify that progress can be very slow, as long as countries is not organized in a common struggle. Therefore wildlife trafficking can not be addressed by a single country, but it is a matter of cooperation between all countries involved in it. Moreover, the networking organization in each of the countries affected by illicit trade could optimize the actions of all social actors in one way or another operating against it, as well as NGOs, universities, institutes, agencies state, and so on. concrete actions for effecting everything that contributes to dismiss the illegal trade of wild fauna and flora of our country. Illegal trade figures speak for themselves, and are comparable only in its im ¬ pact on biodiversity, the destruction of natural habitats. But the direct conversion is not the only threat to these habitats, but also the subtle effect unstoppable alien species introductions, you can buy pro ¬ portions such as to coin the term "biological invasion". Finally, both processes have in common to be based on altering the mecha ¬ vital organisms, either through the systematic extraction of key pieces, or the introduction of foreign components that end up impeding their functioning. Throughout history there have been many introduced species distinctive places those from which they originate, for purposes ranging from purely ornamental, to the production or control of other agencies. From media ¬ two of the twentieth century, the development of transportation and trade networks have facilitated international these introductions, which have been enhanced by certain polytic (industrial, agricultural, forestry). Although not always achieved when adapting to new surroundings can become invasive species, proliferating out of control. Sometimes, when it stops the process that has allowed the introduction of foralines, these disappear.

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